miércoles, 2 de enero de 2008

Mi amigo Jose


Hoy voy a contar la experiencia que viví en la Yedra con Jose.

Jose es un niño con un carácter difícil, le cuesta relacionarse y por ello no es muy querido por el resto de los niños.

Una de las tardes que estábamos en la Yedra la hermana Adriana nos contó que se había intentado escapar, que no paraba de repetir que nadie le quería, y no hacía mas que correr y auto agredirse con las piedras que encontraba a su alrededor. No se sentía igual de querido que el resto allí dentro.

Uno de los días celebramos el cumpleaños de todos. Blanca y yo fuimos a comprar los regalos. El regalo de Jose era una maquinita de aviones. Cuando le dimos los regalos a todos, él lo rechazo y no paró de llorar, decía que el suyo era el peor y que no lo queríamos igual que a los demás. Yo desde ese día estuve muy cerca de él, Jose estaba realmente mal.

Al día siguiente cuando fui a la Yedra la hermana me dijo que Jose se había quedado en casa, que después de las agresiones tan duras que se estaba provocando lo mejor era dejarle en la cama descansando y sin ir a la escuela.

Enseguida fui corriendo a verle, y nada mas verme por la puerta me puso la mejor de sus sonrisas y yo le abracé muy fuerte. En ese momento supe lo importante que era para él que permaneciera a su lado, y allí estuve toda la tarde.

Las hermanas le habían dicho que no iría al colegio porque estaba enfermo y él estaba muy contento sin parar de repetirme que no iba a ir a clase en varios días. Yo le pregunté que como le iban las cosas en el colegio y enseguida le noté muy tenso. Me cambió de tema enseguida, no quería hablar de ello. Empezamos a jugar a las cartas y cuando ya lo noté mas tranquilo volví a preguntarle. Me contó que en el colegio le pegaban al salir de clase y que ningún niño quería ser su amigo. Yo le prometí que hablaría con la profesora sin decírselo a las hermanas para que estuvieran mas pendientes de él, y que a partir de ese día iríamos Vicente y yo a recogerlo del colegio todas las tardes. Fue entonces cuando entró Vicente por la puerta. Yo le dije a Jose si podíamos contarle la historia a Vicente para que así pudiera ayudarnos.

Cuando salí de la Yedra aquella tarde supe que había ganado un amigo, era alguien muy especial al que tenía que ayudar todo lo que pudiera.

A partir de ese día intentamos darle muchísimo mas cariño, valorando todo lo que hacía y diciéndole cosas bonitas para que no cayera de nuevo en su profunda depresión.

El último día cuando estábamos en la iglesia disponiéndonos él salió a hablar y nos agradeció mucho a Vicente y a mi todo lo que habíamos hecho por él.

Jose, eres un niño muy especial para mí, compartimos momentos inolvidables, nunca debes estar triste porque tienes muchos amigos españoles que siempre van a estar a tu lado, Un beso muy grande.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso tu relato sobre José. Sin duda es un niño que siempre te deja esa sensación de inestabilidad y por el que siempre piensas que uno puede hacer algo más. La mirada y el comportamiento de José lo dicen todo y ahora más que nunca me gustaría saber como sigue y sobre todo si es feliz con su vida. Un abrazo para mi amigo José, siempre lo recordaré por cómo me agarraba la mano cuando íbamos caminando por la calle y por su sonrisa al ofrecerle comida de cualquier tipo.

Vicente dijo...

Pobre José, al igual que Pablo y Marta también me pregunto como está y que será de él. La verdad es que es doloroso que un niño sufra tanto a tan corta edad y unicamente por la falta de cariño,porque José es un niño realmente maravilloso. Los momentos que pasamos con él fueron un regalo. Y es de agradecer a Marta y demás voluntarios/as el haber dado cariño a quien más lo necesita. José es uno de tantos niños que simplemente merece ser Feliz.