Cumpleaños en la Yedra 2008

¡Mira que bien se lo pasa la pequeña Blanca!

¡Los más pequeñitos tuvieron su primer cumpleaños con nosotros!

Gabriel sonrie un poquito ajaja

¡CAMPEONES DE LA EUROCOPA!




Este año volvimos a celebrar el cumpleaños de los chicos. Como el resto del año permanecemos en España, y no podemos acudir a sus cumpleaños y es más, muchos de ellos al ser abandonados en la calle no saben cuando es exactamente la fecha de nacimiento; decidimos volver a celebrar todos juntos sus cumpleaños.

Gracias a muchos de vosotros estos niños pudieron recibir regalos en este día tan especial para ellos. Compramos: escalestrix, coches, equipaciones de fútbol, pelotas de reglamento, mp4, ropa, zapatos, mochilas, muñecos...

Todos los años los chicos esperan este momento desde el principio del mes, el primer fin de semana que pasamos allí ya nos están preguntando que cuando celebramos sus cumpleaños.

En las piñatas volvimos a meter harina y huevos... yo no se como las hermanas los siguen vistiendo con ropa de salida si... ¡eso ya es todo una tradición!

Por cierto... tengo que proponeros algo:

Mañana voy a llamar al programa de M80 de las mañanas para contar que somos una asociación que acude cada verano a colaborar y tal y que hemos perdido la mayoría de las fotos en un trayecto en taxi y eso... y explicar un poco que hacemos allí y tal... Vicente me ha dicho que no le importa hacerlo él pero si a alguno más le gustaría salir en antena pues... solo tenéis que decírmelo. ¡Espero que podamos encontrar las fotos, yo sigo intentándolo!

Cumpleaños en el Tata

Este año María tuvo la idea de comprar tartas y piñatas para celebrar, al igual que hacemos en la Yedra, los cumpleaños de los enanos. Nos costó muchísimo preparar las piñatas porque los niños no paraban de entrar y de preguntar que cuando saldríamos para empezar la fiesta. Para que no se pelearan metimos juguetes y chuches para todos e hicimos 2 piñatas.

La verdad es que pasamos una tarde muy divertida viendo disfrutar a los niños llenos de ilusión. Ya que estoy hablando del tata me gustaría agradecer a las hermanas por lo bien que nos recibieron y lo agusto que nos hicieron sentir el mes que estuvimos colaborando allí. A pesar de que no pudimos estar todo el tiempo que quisiéramos con los chicos por la multitud de proyectos que descubrimos este año, los días que pudimos pasarnos por el Tata fuimos muy bien recibidos y daba gusto pasar a hablar con ellas ya que son muy cariñosas con nosotros y tienen un gran corazón. Cada año que volvemos al Tata las instalaciones se encuentran muchísimo mejor y nos damos cuenta de lo bien que funciona el centro. Muchas gracias por todo.

Excursión a la Palma con la Yedra

A pesar de que este año el agua era escasa volvimos a ir con los chicos a la Palma. Allí disfrutan bañándose y pudimos pasar un día agradable todos juntos. Fué aquí cuando Carlos ayudó a Jose Miguel a que perdiera miedo al agua porque cuando llegamos no había manera de que se desenganchara de su cuello.

Nada mas llegar, los hombretones voluntarios con sus torsos desnudos iniciaron una guerra de algas con los niños, y como no, los niños volvieron a ganar... nuestros hombres terminaron con agua hasta las orejas y con color verde hasta el día siguiente jeje.

Otra de las experiencias para no olvidar fue cuando Gabriel se empeñó en tirarse por el muro porque no le tiene miedo a nada. Anda que no le costó a Arturo convencerle de que se iba a hacer daño y que no lo hiciera. Al final le dejamos que se tirara por un muro un poco mas bajito pero el muy cafre al tirarse cayó dentro del único agujero que había, pero vamos, que sin ningún problema, nunca veremos al pequeño Gabriel llorar, nuestro pequeño hombrecito Boliviano. Él se levantó de allí como si nada hubiese pasado.

Zapatos para el Tata 2008

Un año más invertimos 180 euros en comprarle zapatos a los niños. Le compramos 2 pares a cada uno: zapatos de deporte y de vestir. El año pasado fue una locura medirles el pie a todos para comprárselos y tuvimos que volver varias veces porque nos habíamos equivocado así que este año optamos por que nos acompañaran. La verdad que fué todo una aventura, porque los niños no se paraban quietos e incluso tuvimos algún que otro percance con algunas que no aguantaron a ir al baño o que ya habían ido en alguna ocasión anterior y preferían hacérselo encima que entrar en el baño del mercado negro con esos aromas tan... "agradables" jajaja verdad que si Blanca? Esque Salam... es mucho Salam.

Barrio de Santo Domingo

Parte del dinero que recogimos durante el año fue destinado al barrio donde está situado el Hogar Virgen de la Yedra. Este barrio es una zona bastante pobre dentro de Sucre y allí habitan muchas familias con muy pocos recursos. Uno de los días los niños de la Yedra junto a nosotros dedicamos una tarde a repartir ropa, sandalias, pañales y material escolar por el barrio. Una de las cosas que mas nos llamó la atención fue la alegría que tenían los niños del Hogar al repartir el material entre los niños mas pobres. Esta actividad sirvió para que ellos mismos se dieran cuenta de todo lo que tenían en comparación a los niños del barrio. Algunos de los niños de la Yedra como Pablo o Juvenal no dudaron ni un momento en llamar a sus amigos de casas cercanas para que vinieran a por el material; e incluso con los limpiabotas también se mostraron muy generosos a la hora de repartirles comida o de jugar con ellos e integrarlos en su grupo de amigos.

Algunos de los niños que se acercaron aquél día iban practicamente desnudos o algunos incluso descalzos y no tardaron ni un solo instante en agradecerlos la ayuda.

Al principio pensamos que llegarían pocos niños porque iban acercándose muy de poco en poco, pero solo basto esperar unos minutos para que estos niños se lo comunicaran a sus vecinos y enseguida nos quedamos sin suficiente material para repartir; tuvimos que hacer una nueva compra para que más o menos cada niño tuviera su bolsita de material.

Los nuevos peques de la Yedra. Gabriel, Jose Miguel y Gualberto.

http://www.voluntariosucre.org/2008/01/los-nios-de-la-yedra.html

Os presento a los nuevos niños de la Yedra:

Gualberto y Jose Miguel el año pasado estaban en el Tata, ahora como ya son grandes pasaron a la Yedra.

Gabriel sin embargo es un niño del campo, llegó al Hogar hablando quechua y sin poder intercambiar palabra con nadie. Las hermanas nos contaron que al principio fue difícil que conectara con los chicos ya que al haberse criado en un ambiente tan diferente no estaba acostumbrado a compartir con los demás niños, pero poco a poco se ha convertido en el rey de la Yedra.

Nosotros hemos pasado momentos muy buenos con él. Hay una de las fotos, la que se le ve apunto de saltar de un muro altísimo con Vicente al lado; en la que se empeñó en saltar de ahí, no le tiene miedo a nada, y jamás le hemos visto llorar, es duro como una piedra.

Cuando llega la hora de comer es su momento mas importante del día, no quiere que nadie le hable y se concentra plenamente en su plato de comida, ¡ y que alguien se atreva a tocarlo!.

Gualberto es el más cariñoso de todos, siempre está cerca de ti y está deseando que le cojas, le des besitos y que no le pierdas de vista. Conmigo siempre iba a cazar chanchitos, le encanta, es su pasión jaja. Siempre que llegaba al hogar iba corriendo a mi a contarme los chanchitos que había "cazado" el día anterior.

Jose Miguel es un niño muy intranquilo, es un no parar, desde que se levanta por la mañana hasta que se acuesta no para de saltar, correr, gritar... le cuesta mucho concentrarse a la hora de trabajar porque enseguida necesita un cambio de actividad. Además hemos descubierto que es un perfecto bailarín ,le encanta y se mueve con un ritmo espectacular.

Cuando llegamos nos dimos cuenta que le tenía mucho miedo al agua, no podía ni acercarse; pero en una de las excursiones que hicimos, a la Palma, Carlos consiguió que se metiera en el agua y a partir de ese día pareció perderle el miedo.

La verdad que son los 3 increíbles, terminamos todos enamorados y Gualberto, cuando llegó la hora de irnos en el aeropuerto no dudó ni un momento en cogernos de la mano y meterse con nosotros en aduana.