sábado, 23 de febrero de 2008

Paz total



El otro día en una de mis intensas conversaciones con Blanca sobre el día a día ella hizo una bonita reflexión que me gustaría compartir con todos vosotros. En un momento de la charla hablábamos de lo rápido que pasa un año y de todas las cosas que te pasan a un ritmo algo frenético.

La oposición a todas estas carreras y plazos de la rutina es un viaje a Bolivia. El ritmo de vida allí es mucho más lento, ellos se toman todo con su filosofía pasiva de la vida y quieras que no, allí te vas contagiando un poco y puedes empezar a experimentar una sensación de paz por estar en un lugar donde no existen las prisas ni las grandes preocupaciones. Por esto, evidentemente, un viaje así suponen las mejores "vacaciones" para alguien en la vida por todas las posibilidades que te permite.

A veces he hablado con gente que no valora este tipo de experiencia. Y es que no se paran a pensarlo y prefieren seguir viviendo en su "mundo estresado". Aún así, nunca intentaré convencer a nadie de que venga, quien se atreva que lo haga siempre y cuando la iniciativa salga de él mismo. No lo lamentará.

La imagen es de la Laguna Verde, próxima al Salar de Uyuni y creo que resume un poco esa idea de paz y ese ambiente tan natural y libre.