El año pasado mucha gente me ayudó a recaudar dinero para llevar a Sucre. Me gustaría que quedara reflejado lo poco que hace falta para hacer felíz a un niño allí, con la mas minima ayuda se pueden conseguir cosas maravillosas.
En el hogar Virgen de la Yedra, compramos 23 mochilas= 175 euros
Muchos de los niños del Hogar Virgen de la Yedra no saben con exactitud cual es la fecha de su cumpleaños con lo que decidimos hacer un cumpleaños general y compramos
23 regalos= 65 euros
En el hogar Virgen de la Yedra compramos:
Para las enfermedades de Christian, Pablo, Oscar y Severo invertí 881 euros.
23 zapatos: 202 euros
23 uniformes y chandals para el colegio: 482 euros
Para las enfermedades de Christian, Pablo, Oscar y Severo invertí 881 euros.
Christian padece una importante dermatitis en la piel y necesita el tratamiento de un dermatólogo.
Pablo nació con la oreja tapada y necesita un tratamiento en argentina ya que quizás podría recuperar la audición.
Oscar presenta una enfermedad degenerativa en los huesos y también necesita viajar a Argentina para poder ser tratado por un buen especialista.
Severo tiene una fuerte alergia y necesita también la ayuda de un médico.
25 pares de zapatos para el Tata= 100 euros
Material escolar para el Ñanta= 500 euros
A Willy y a Pedro los conocimos el año pasado en el Hogar Virgen de la Yedra. Como el hogar solo es para niños y tenían una hermanita en la guardería, tuvieron que dejar el Hogar para encontrarse con ella. Una mañana fuimos a visitarlos y les llevamos algo de ropa= 39 euros
Esta niña tan preciosa es Rocio. Su madre, Rosi, trabaja en el Hogar Virgen de la Yedra. Su tarea es mantener limpio el hogar, así como el cuidado de la ropa de los niños. En este momento está atravesando un momento dificil en su vida, ya que no es fácil sacar adelante a una hija sin un marido. El marido murió al poco tiempo de nacer Rocio.
En un país como Bolivia donde los sueldos son muy bajos cuesta trabajo sacar adelante a una familia y costearse unos medicamentos para su profunda depresión. Durante el mes que estuve allí, tratamos a Rocio como otro niño cualquiera del hogar. Al conocer su historia creí conveniente ayudarle con sus medicamentos= 160 euros
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